...recogía con ávida y dolorosa devoción las palabras de Odette, sintiendo -precisamente porque tras ellas la ocultaba al hablar- que sus frases, como un velo sagrado, guardaban vagamente el relieve y dibujaban el indeciso modelado de esta realidad infinitamente preciosa y, por desgracia, inasequible...
Marcel Proust.
En busca del tiempo perdido.
Por el camino de Swann.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario